Forma parte de la flota actual de la Autoridad Portuaria de Vigo
El “Rías Bajas” será sometido a un profundo lavado de cara durante los próximos meses
El astillero vigués Armada será el encargado de restaurar este buque farero y balizador que cuenta con más de medio siglo de historia, por un total de 141.000€.
Con 25,42 metros de eslora y 6 de manga, ha sido modificado en varias ocasiones a lo largo de sus 54 años de vida. Desplaza 123,52 toneladas de registro bruto (TRB) y desarrolla una velocidad punta de 9 nudos.
Sustituyó al “Ramiro Pascual”, construido en 1933, y que había dado servicio durante décadas a las rías de Arousa, Pontevedra y Vigo, con sus correspondientes islas.
Esta actuación forma parte de la estrategia Blue Growth del Puerto de Vigo, a través de la que la institución que preside Vázquez Almuiña apuesta por la recuperación del patrimonio histórico marítimo local.
Corría el año 1967 cuando la Autoridad Portuaria de Vigo, por aquel entonces Junta de Obras del Puerto, encargaba a Construcciones Navales Yarza, actualmente Rodman Polyships, la construcción de un buque farero y balizador, al que se bautizó como “Rías Bajas”.
Más de medio siglo después, el barco, el más antiguo en servicio del Puerto de Vigo, y que actualmente forma parte de la flota de la Autoridad Portuaria, ha abandonado la dársena de A Laxe, donde lleva atracado desde entonces, para someterse a un profundo lavado de cara.
La institución que preside Jesús Vázquez Almuiña adjudicaba, recientemente, un servicio de mejoras estructurales a Armada, por un total de 141.000€. El astillero, con sede en Beiramar, será el encargado de la mejora del barco, para lo que tendrá un plazo de, aproximadamente, dos meses.
Durante ese tiempo, el “Rías Bajas” permanecerá varado en las gradas del astillero, donde se procederá, entre otras actuaciones, a la sustitución de su motor auxiliar, al cambio de las tuberías de la sala de máquinas y la caja de cadenas, a la sustitución de un mamparo en la bodega de proa y donde se llevarán a cabo diversos trabajos de pintado, tanto interior como exterior. Hélice, válvulas, eje de cola, comprobación de soldaduras, cuadernas de babor y el forro de la sala de máquinas, completarán los trabajos a ejecutar a lo largo de las próximas semanas.
Estirpe familiar
En estos años de servicio, los patrones del “Rías Bajas” han formado parte de diversas generaciones de una misma familia: desde Benito Pérez Gondar al hijo de éste, José Miguel Pérez Gómez, y, finalmente, a su nieto, José Miguel Pérez Vázquez. Una estirpe familiar que dio paso a su actual patrón, Teo Ledo Lago, que es quien lleva el timón de este emblemático buque farero y balizador desde la jubilación del último miembro de la estirpe. Ellos y sus tripulantes han realizado el mantenimiento de la señalización marítima.
Pero el paso de los años y el parón sufrido como consecuencia de la pandemia por Covid-19 ha hecho mella en la nave. Por este motivo, la Autoridad Portuaria de Vigo decidió tomar cartas en el asunto para evitar que el “Rías Bajas” corriera la misma suerte que su antecesor, el “Ramiro Pascual”, construido en 1933 y que había dado servicio durante décadas a las rías de Arosa, Pontevedra y Vigo, con sus correspondientes islas, esto es, Sálvora, Ons y Cíes, y que, lamentablemente, acabó siendo desguazado, con lo que se perdió parte de la historia portuaria de la ciudad.
Pero el “Ramiro Pascual” no fue el primero de los buques en realizar estos servicios. Antes de su construcción, el “Faros”, un buque pesquero remodelado, era el encargado de realizar este trabajo.
Los duros inviernos que azotaban por aquel entonces las Rías Baixas gallegas, suponían interminables jornadas en la mar, donde una tripulación formada por dos patrones, cuatro marineros y un maquinista, se turnaban para atender las necesidades de estas tres rías, además de auxiliar, cuando era necesario, a otras embarcaciones en apuros -por aquel entonces pocas naves llevaban motor o fuerabordas-, trasladar a personas a las islas o llevarles víveres.
Igualmente, en aquella época, los faros funcionaban con petróleo, por lo que eran estos buques los encargados de trasladarlo a su destino de forma periódica, así como de hacer el relevo de los fareros, peones y sus respectivas familias en Sálvora y Ons semanalmente. Un servicio que ya no se presta actualmente, ya que la mayoría de los faros se ha automatizado.
Una vez desaparecido el “Faros” y, posteriormente, el “Ramiro Pascual”, el viejo barco farero de madera de la Autoridad Portuaria de Vigo, la Junta de Obras del Puerto de Vigo necesitaba sustituirlo y, por ello, encargó el diseño de esta nueva embarcación de acero.
Con 25,42 metros de eslora total y 6 de manga, el “Rías Bajas” ha sido modificado en varias ocasiones a lo largo de sus 54 años de vida. Desplaza 123,52 toneladas de registro bruto (TRG) y desarrolla una velocidad punta de 9 nudos.
Recuperación del patrimonio histórico marítimo
Esta actuación está enmarcada en la estrategia de Crecimiento Azul o Blue Growth del Puerto de Vigo, a través de la que la institución que preside Vázquez Almuiña apuesta por la recuperación del patrimonio histórico marítimo local.
En este contexto, la Autoridad Portuaria de Vigo estudia convertir la dársena de A Laxe en un pantalán histórico-cultural, donde facilitar el atraque de los buques insignia del Puerto, logrando, de esta manera, un objetivo doble: por un lado, fomentar la sostenibilidad y biodiversidad al utilizar infraestructuras verdes que favorecen la fijación de la flora y fauna marinas y, por otro, poner en valor el patrimonio marítimo local, creando una dársena histórica-cultural en la que dar cabida a algunos de los buques insignia del Puerto de Vigo y que forman parte de la historia de la ciudad, como el “Hydra” o el “Rías Bajas”.
Hay que recordar que el pasado 07 de noviembre, la Autoridad Portuaria de Vigo cumplió 140 años, y tanto la recuperación de este buque como del resto del patrimonio histórico marítimo local, forma parte de ese cerca de siglo y medio de historia del Puerto.