El PP lamenta que los plenos municipales hayan perdido su utilidad y sean un secuestro democrático

No sirven para resolver los problemas de los vigueses, y de las 786 preguntas y ruegos formulados por este grupo municipal, el gobierno local no ha contestado ni una
De las 200 mociones presentadas por el PSOE, 190 fueron contra la Xunta y algunas repetidas hasta 7 veces

El portavoz del grupo municipal, Alfonso Marnotes, la concejala y diputada autonómica, Teresa Egerique, y el concejal Jesús Marco González, ofrecieron una rueda de prensa para tratar la situación actual de los plenos municipales, que calificaron como un secuestro democrático y que han perdido su utilidad.

“Un pleno es un órgano colegiado de máxima representación, deliberante, de control y fiscalización de los órganos ejecutivos y decisorio en los asuntos de mayor trascendencia del ayuntamiento y en Vigo esta definición, que es la propia naturaleza y esencia de la vida municipal, ha quedado desterrada y se ha dado paso a un órgano dictatorial en el que un alcalde, ausente, decide que el pleno es un órgano de lucimiento de sus concejales y en el que pueden expresar sus frustraciones mediante mociones vacías de contenido que atacan directamente a la administración autonómica y en las que no se resuelve absolutamente ningún problema ciudadano. Además ha perdido la capacidad de órgano fiscalizador y se han convertido en una tertulia política”, explicó Alfonso Marnotes.

Los concejales lamentaron que, a día de hoy, los plenos no sean presenciales, no haya público, no se facilite un enlace abierto en internet para que los ciudadanos puedan verlos y hayan escondido a la oposición con una sola moción, mientras que el gobierno local, que es el que menos mociones debería presentar, presenta 5 y todas en contra de la Xunta. “Y es tal su obsesión por atacar a la Xunta, que se han quedado sin ideas y llevan meses repitiendo las mismas mociones”, añadió Marnotes. En cuanto a la presencia del alcalde, “está unos minutos y ese día llena su agenda con temas no urgentes para justificar su ausencia”.

El concejal Jesús Marco González detalló que el grupo municipal presentó, en los plenos y comisiones, 786 preguntas y ruegos que no se han contestado. “Y no es que no conteste al PP, es que no contesta a los ciudadanos, porque lo que hacemos es transmitir peticiones de los vecinos”, explicó. “Nosotros hemos presentado preguntas para saber cuál es el dispositivo antibotellón, qué pasó con los asistentes al concierto cancelado de Andrés Suárez y sus indemnizaciones, le pasamos un listado de calles necesitadas de asfalto por los socavones o cosas tan concretas o sencillas como la instalación de un punto de luz en un campo de petanca que ni ha contestado ni ha hecho”.

Además, de las casi 200 mociones presentadas por el PSOE, 190 fueron contra la Xunta, la mayor parte de ellas repetidas, sólo la del IFEVI ha ido 7 veces en el último año.

Por su parte, Teresa Egerique explicó la diferencia entre los plenos del Parlamento de Galicia y los del Concello de Vigo. “Por ejemplo, cada 15 días comparece el presidente de la Xunta y contesta a las preguntas de la oposición. También lo hacen los conselleiros y otros representantes del gobierno autonómico. Además, responde a las preguntas formuladas en las comisiones informativas. En Vigo, no. Y el presidente del Parlamento no se ausenta, mientras que Abel Caballero, que es el presidente del Pleno, no está. Se levanta y se va. Es el presidente de los alcaldes de España y no preside su propio pleno”.

Alfonso Marnotes exigió recuperar la presencialidad en los plenos: para los concejales y para el público. “Pero, sobre todo, tienen que tener contenido”. Puso como ejemplo la antigüedad de los reglamentos municipales, que regulan aspectos esenciales de los ciudadanos desde el tráfico a los ruidos, pasando por la tenencia de animales. Por ejemplo, el reglamento del servicio de abastecimiento y saneamiento de agua es de 1993, el PXOM de 1993, la ordenanza de circulación es de 1993, la de quioscos en la vía pública es de 1995, el de mercados municipales de 1994, la de medio ambiente también es de 1994, etc. “Y así podríamos seguir con el plan de movilidad urbana que caducó en el 2020, la ordenanza de ruidos es del año 2000 y sanciona en pesetas, la de carga y descarga es de hace 14 años y la de tenencia de animales más de 20 años, la de convivencia y ocio es del 2009 y se basa en la ley Corcuera del año 1992 que lleva lustros derogada… Esta es la situación. El pleno puede y debe tratar los asuntos que afectan a la ciudad y a la convivencia, y el alcalde se niega y no puede seguir así. Reclamamos que el pleno deje de ser una tertulia política del alcalde y sus concejales”.