EL PP DE VIGO ADVIERTE DEL CAOS QUE PUEDEN GENERAR LAS OBRAS PREVISTAS EN LAS CALLES DEL ENTORNO DE BALAÍDOS Y PIDE MINIMIZAR SU IMPACTO
El concejal Miguel Martín reclama al gobierno municipal la coordinación de las reformas anunciadas en Pablo Iglesias, Val Miñor y Fragoso para “evitar molestias a los vecinos” y convertir la zona en “intransitable”
El edil popular pide “manejar bien los tiempos”, pues recuerda que más adelante se retomarán las obras en el estadio municipal agravando los problemas de circulación y aparcamiento, una gran carencia del barrio
El grupo municipal del Partido Popular advierte del caos que pueden provocar la obras previstas en las calles del entorno de Balaídos, por lo que reclama al gobierno local previsión en la adopción de medidas para minimizar su impacto. A este respecto, el concejal Miguel Martín recomienda coordinación y “manejar bien los tiempos” a la hora de abordar la reforma de la calle Pablo Iglesias, que está a punto de empezar, y la remodelación de Val Miñor y Fragoso, cuyo contrato se ha formalizado esta semana, para así “evitar molestias innecesarias a los vecinos”. Dos actuaciones que, asegura, de no coordinarse correctamente pueden convertir la zona en “intransitable”.
El edil recuerda que estas calles cuentan con una alta densidad de población, por lo que “mucha gente se verá afectada por las molestias colaterales que genera cualquier obra”. Además, anota, se llenan de aficionados del Celta prácticamente cada semana y no solo por los partidos de Liga del primer equipo, sino también por los del filial que ahora juega casi todos sus encuentros como local en Balaídos. “Una circunstancia que -incide- el ejecutivo municipal también debe tener en cuenta”.
Asimismo, alerta de que más adelante arrancarán de nuevo las obras del Estadio de Balaídos, que el Concello vigués acomete en colaboración con la Diputación de Pontevedra, lo que agravará todavía más los problemas de circulación y aparcamiento. Concretamente, Martín señala a los habituales problemas que existen para estacionar en la zona como una de las principales carencias del barrio.
Al hilo, el edil se pregunta en qué quedó aquel anuncio de habilitar el aparcamiento subterráneo de Castelao para que los celtistas puedan dejar sus vehículos en los días de partido. “Otro anuncio que se queda en palabrería”, sentencia Martín.
La reforma de la calle Pablo Iglesias se debe completar en cuatro meses, y la de Val Miñor y Fragoso en medio año. Tras ello, previsiblemente se iniciará la reconstrucción de la grada de Gol, aunque Martín no oculta su sospecha de que el regidor socialista volverá a incumplir los plazos y la remodelación no arrancará hasta el 2025. Justifica Martín sus dudas en el progresivo aplazamiento de fechas en el que ya está incurriendo Caballero, y en que los presupuestos municipales de 2024 recogen únicamente 300.000 euros frente a los 2,5 millones que reserva la Diputación en sus cuentas de este año.
“Los vecinos del barrio de Balaídos llevan años lidiando con la eterna reforma del estadio, con cortes y desvíos de tráfico, y ahora verán de nuevo sus calles llenas de zanjas y vallas”, anota Martín, para añadir que “las obras son necesarias y positivas, pero que hay que planificarlas con las mínimas molestias posibles”.